Sin futuro... o lo que es lo mismo... nene nene ne que vas a ser? CUANDO SEAS GRANDE!!! (GRAFFITI RUINED MY LIFE)

SIN FUTURO... olo que es lo mismo... COMBO

Si no tienen nada mejor que hacer denle click a donde dice: hacer click "aqui"
Los tres primeros numeros de Sin Futuro version digital o no se que chingados...

#1
SIN FUTURO... o lo que es lo mismo... CHANCRO CELESTIAL
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#2
SIN FUTURO... o lo que es lo mismo... TODOS LOS DIAS SON VIERNES
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#3
SIN FUTURO... o lo que es lo mismo... DE LO INMEDIATO A LO REMOTO
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aqui se rompió una jerga!!!

Sin Futuro... o lo que es lo mismo... (in) coherencia

Tratando de ser coherente
caminando una vereda imposible
una vereda que todos caminamos,
algunos con mas gracia que otros, diciendo:
yo haria eso pero no aquello!!!,
muchas veces,
dejando de hacer eso y haciendo aquello!!!.
Aún así seguir el andar, con la cabeza baja o con la frente alta, según sea el caso.
Dependiendo de que tan limpio se logra salir de la batalla.
Dependiendo de cuanto orgullo nos queda.
A medida que pasa el tiempo las cosas se complican cada vez mas, pero no hay imposibles.
La inspiración/motivación la encuentro en todo lo que me rodea,
en las cosas que me resultan ajenas,
en lo que tengo a la mano,
en lo que siempre ha estado ahi.

TACHONES

Para no variar

En las noticias no se habla de otra cosa que no sea la inseguridad y la economía de la economía y la inseguridad o de las dos al mismo tiempo (sindicatos, gripas venidas a pulmonías, etc.).
La economía ha sido un tema recurrente desde toda la vida, desde siempre, crisis tras crisis, devaluación tras devaluación, impuesto tras impuesto y la imperante necesidad de hacer que el dinero rinda o apretarse el cinturón o las dos opciones anteriores al mismo tiempo, siempre todo así de chingadazo, sin que nadie diga agua va.
Un día leí un articulo en el que con números se hablaba del sexenio de Vicente Fox como presidente del país, durante el cual aproximadamente medio millón de cabulas (hombres y mujeres) dentro de lo que llaman "edad productiva" migraron fuera del país principalmente a los Estados Unidos (count me in) anualmente, así que el total fue de 3 millones de cabrones que abandonamos el barco sin contar a las ratas porque esas siempre se salen desde antes.
3 millones de plazas de trabajo que el gobierno no fue capaz de proveer y aun así el desempleo siguió presente.
Luego entonces:
"Me sentí muerto cabrón, acabaron conmigo"...
"a mis 25 años y ser aún dependiente de mis padres"...
Al escuchar su versión de desesperanza, no me resulto del todo ajena, hubo rasgos con los cuales me identifique y a medida que me contaba de su experiencia me pude visualizar tendido en un colchón pensando, pensando una y otra vez que fue lo que salio mal, que fue lo que hice mal, sin poder levantar la cabeza, embargado por una vergüenza que te devalúa y que es además difícil de explicar, de vez en cuando se tiene acceso a pequeños respiros que permiten recuperar el aliento a medias, para que una vez mas alguien ponga su mano sobre la cabeza y nos sumerja.
Siempre se ha tratado de sobrevivir.

On the Road... o lo que es lo mismo... Animo Pablo!!!

Hace ya casi un año el sueño me venció en la carretera, en dirección al norte del país, pedí a alguien mas que manejara mientras pensaba en todo el alcohol que me había bebido, ya que era la única explicación que encontraba a sentir una resaca tan fuerte por ahí del medio día. El sol brillaba con una intensidad que además de deslumbrar me chingaba como las risas estridentes de las otras tres personas que iban en la cabina de la camioneta. Aun no estaba decidido cual seria el destino final de aquel intempestivo viaje que pareciera tan buena idea en la madrugada y bañados en alcohol. A decir verdad desde el momento en el que comenzó mi resaca me fue imposible alterar mis sentidos una vez mas, de inmediato sentí que algo estaba a punto de pasar, algo no precisamente malo, si no mas bien algo natural, algo inevitable, algo que he pasado a lo largo de mi vida adulta posponiendo.
Llegamos a donde las miradas siempre se estancan en lo extraño, en lo fuera de lugar, en lo no común, donde es imposible pasar desapercibido y los niños se secretean, señalan y murmuran, para después permanecer en el asombro, esbozar una sonrisa o romper en carcajadas.
Después de que se han hecho las presentaciones pertinentes nos disponemos todos a comer “aunque sea frijoles y tortillas, pero ahorita comen”, acto seguido nos vamos a recostar para posteriormente salir a escoger uno de los dos bares en los donde beber. Estamos metidos en la camioneta manejando en círculos en calles con alumbrado escaso y terminamos comprando cerveza caliente para después beberlas en un paraje a las afueras del pueblo, el tiempo transcurre entre historias de los Zetas, de los que se quedan en el pueblo y de todos los que se han ido a trabajar al otro lado. Yo me quedo metido en la camioneta y bajo el vidrio para platicar con los demás, me hago acompañar de una sola cerveza en toda la noche.
La mañana siguiente salimos a desayunar y caminamos hasta una de las calles principales, pasamos por el kiosco y las tiendas locales, los puestos ambulantes de panes de dulce y gorditas, las miradas curiosas nos siguen todo el camino, todo el tiempo.
No recuerdo la razón, pero terminamos dentro de la camioneta, hablando de todo aquello que nunca hablamos en serio y nos las arreglamos para hacer una o dos bromas y así aligerar la platica, el sol se mete por los vidrios y se hace evidente la necesidad de darnos un baño; aun así seguimos con la platica y es entonces que caigo en cuenta de lo que pasa, de lo que se viene, hay planes de boda, planes para vivir con la pareja y sugerencias de paternidad. Si me preguntan a mi, diría: chale huele a puto!, pero no en realidad, me huele a eso, a REALIDAD, a la necesidad de cumplir con roles propios de la edad o a una necesidad natural por compartir con alguien mas esa pequeña parte de la intimidad que nos sobra y que estamos dispuestos a compartir. También tengo que decir que en todo este intercambio de ideas percibo resignación, al asumir los nuevos roles, las nuevas etapas y también al asumir que todo tiene ciclos y que es tiempo de moverse en otra dirección.
así a la mañana siguiente y con una amenaza la noche previa de que habría de salir temprano, nos montamos unos en la caja y yo detrás del volante, para manejar una vez mas a gran velocidad sin alcohol en mi cuerpo y con cruda moral, suena en el estereo 1 disco entero de Rubén Blades y canto las canciones tan fuerte como puedo, con ganas de que al menos una lagrima se escurra de mis ojos, sin embargo no lo consigo, y aun así solo me detienen las casetas y las dos paradas para poner gasolina y otro par para orinar.
Son las 7 de la noche y estoy en el distrito federal, la ciudad se ha ido a la mierda, yo también me fui…
Pero una vez mas regrese!!!